Se sabía desde tiempos remotos que si tenías problemas con algún órgano interno lo más probable era que te ibas a morir. Hoy contamos con los trasplantes de órganos. Empezaron en 1933 aunque el éxito no vino a la primera, murieron varios pacientes en el intento de alargar sus vidas con los órganos de otros pacientes que se encontraban en muerte cerebral. En ese mismo año de 1933 tuvo lugar el primer trasplante renal, fue realizado en Rusia por el doctor Voronoy que abrió las puertas a estas prácticas.
En 2014 no solamente que contamos con una lista enorme de pacientes que lograron sobrevivir gracias a los órganos donados por otros pacientes si no que con una de las cosas curiosas e impactantes de la medicina moderna, el cultivo de órganos. No y no se habla de películas de ciencia ficción es ya una realidad. Fue trasplantada la primera vejiga urinaria regenerada en laboratorio. El proceso consiste en extraer células madres de la vejiga y hacerlos crecer y multiplicarse en el laboratorio. Una vez que se tiene la cantidad adecuada simplemente se recolectan y se proyectan sobre un modelo de vejiga construida con material biodegradable.
Pero la pregunta que viene a continuación: Hasta donde es capaz de llevar las cosas el ser humano?
Al parecer unos médicos no solamente se quieren conformar con el cambio de algún que otro órgano interno si no que ir mas allá. Trasplantar la cabeza a otro cuerpo humano. Hay personas que se encuentran en muerte cerebral y por desgracia no se puede hacer nada por ellos. Y personas que puede que tengan cáncer en fase terminal, la solución sería trasplantar la cabeza a un cuerpo nuevo.
Se experimento con éxito en distintos animales aunque no lograron vivir más de 7-10 días hasta que el nuevo cuerpo rechazara el trasplante. Tanto los médicos alemanes como italianos y del resto del mundo en contra de la indignación social. Están trabajando para que sea una realidad en el futuro.
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