Hace poco habia visto un documental muy interesante que trataba sobre comprar tirar comprar. El ser humano al parecer le gusta comprar de forma impulsiva cosas aunque en el 70% de los casos no se les da uso alguno. Esto también se aplica a la comida. La mayoría de la comida que compramos no se come en su totalidad si no que siempre se tira una buena parte o caduca en nuestro frigorífico y por ende acaba en la basura.
Recientemente me he tropezado con algunas imágenes en facebook que relataban sobre lugares perdidos con casas y distintos objetos abandonados que por ende acabaron siendo reclamados por la madre naturaleza.
Ardenas Belgica
La segunda guerra mundial dejo muchísimos recuerdos amargos tanto para el ser humano como para la naturaleza. Muchos animales muertos y el medio contaminado y destruido por grandes cantidades de bombas. El recuerdo más extraño y curioso de la segunda guerra es este cementerio de coches abandonados. Se encuentra en un pequeño bosque de un pueblo llamado Chatillon. Se formo cuando acabo la guerra y empezó el repliegue de tropas. Miles de jóvenes tenían que volver a sus países de origen y debido a que el coste de estos desplazamientos se disparo no quedo presupuesto para la gran parte de los vehículos. Así que la mayoría se abandonaron en ese mismo bosque tanto los coches de uso militar como los de uso particular. El cementerio de coches en su tiempo fue hasta 4-5 veces mayor pero gran parte de esos coches fueron adoptados por los campesinos de la zona o recicladas las piezas más importantes. Hoy quedan pocos ejemplares rodeado por arboles y vegetación que reclama lo que le pertenece.
A continuación se les dejara varias imágenes que por desgracia se desconocen sus historias. Pero nos recuerda que el tiempo junto con la naturaleza se hace cargo de cualquier cosa.
Iglesia en St. Etienne, Francia
Naufragios de barcos sobre la arena, Triángulo de las Bermudas
Bosque flotante, Sydney, Australia
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